EL MAESTRO NO HABLA, ESCUCHA.

Gracias a la innovación en la educación, esta ha pasado de ser memorística, a ser crítica, donde el estudiante en el proceso enseñanza-aprendizaje es guiado por el maestro en sus procesos mentales con recursos que lo lleven a aprender de una manera mas significativa.

En el concepto tradicional, se consideraba al maestro como el que contenía el conocimiento y su función era transmitirlo al alumno, hablando todo el tiempo, y  sin escuchar sus intervenciones, pero conociendo que la comunicación es más que el maestro habla, el alumno oye, y no solo es un intercambio de palabras entre personas, y que no es necesario la violencia para comunicar, la concepción moderna presenta al maestro como guía del proceso y para cumplir esta función debe  poseer la gran capacidad de escuchar al estudiante, lo que implica que debe tener la habilidad de captar las ideas y sentimientos que el alumno le comunique, teniendo la actitud de recibirlo aunque esté en desacuerdo y verificar con él , que su comunicación ha sido captada.

El maestro escucha cuando le demuestra interés al alumno en lo que dijo, repite sus ideas principales, resume y amplia lo que dijo, responde a lo que se le pregunta, lo afirma, oye las intervenciones aunque no esté de acuerdo, lo mira cuando habla, refuerza lo que dice, espera que este termine para tomar la palabra y al final llegan a un acuerdo aunque difieran en sus puntos de vista. El maestro debe fomentar la expresión y el habla del alumno como medio para poder conocer sus pensamientos, sus conflictos y condiciones de trabajo, sus aspiraciones personales y colectivas y sus necesidades, ya que escuchando es la manera en que podrá comprenderlo y ayudarlo en su desarrollo.